Este es nuestro jardín arqueológico. En él descubrimos que hace más de tres mil años, cuando Cádiz y San Fernando eran parte del archipiélago de las Gadeiras, llegó a nuestras costas un pueblo de navegantes, los fenicios. Fundaron la ciudad de Gadir y construyeron un templo a Astarté, la diosa fenicia de la fertilidad, en la isla de Eritea. Su pretendiente, el dios navegante Melkart, al que los griegos llamarían Heracles y los romanos Hércules, tuvo su templo en San Fernando. Este templo sería uno de los lugares de culto más importantes de la antigüedad.
En nuestro jardín, tenemos restos arqueológicos procedentes de este pasado remoto.